Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los determinantes comerciales de la salud son las diferentes acciones que realiza el sector privado para difundir productos que podrían resultar perjudiciales para la salud. Incluyen actividades comerciales como la producción y venta de alimentos no saludables, el tabaco, el alcohol y productos farmacéuticos. Considerándose también las prácticas empresariales, como la publicidad, marketing, políticas comerciales y las influencias políticas y económicas.
Diversos autores destacan que las decisiones comerciales y políticas relacionadas con la producción, distribución y marketing de alimentos, bebidas y productos de tabaco pueden tener un impacto negativo en la salud pública. Además, también señalan que las desigualdades económicas y sociales pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas y otros problemas de salud en ciertas poblaciones. De allí que sea importante comprender los determinantes comerciales de la salud y abordar las barreras para un acceso equitativo a fin de mejorar la salud y el bienestar de las comunidades.
La regulación de los determinantes comerciales de la salud es un tema crucial para garantizar la equidad en la salud pública. Según expertos en salud, es necesario tomar medidas para abordar estos determinantes, tales como la publicidad de alimentos poco saludables, el comercio de productos nocivos para la salud, el acceso desigual a servicios y productos de calidad. La regulación de estos factores es importante para proteger la salud de la población y reducir las disparidades en la salud pública. Es necesario un enfoque coordinado y multisectorial para abordarlos, involucrando a gobiernos, empresas, sociedad civil y otros actores relevantes para lograr un impacto sostenible y duradero.
