La enfermedad de obstrucción pulmonar crónica o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) engloba al grupo de enfermedades pulmonares que afectan la respiración y empeoran durante el transcurso del tiempo. En condiciones normales, las vías respiratorias y alvéolos pulmonares, al inhalar permite llevar el aire a estos saquitos que se inflan como un globo. Al exhalar, éstos se desinflan y sale el aire. Cuando un paciente sufre de EPOC, el aire que circula es menor dentro y fuera de sus vías respiratorias, ocasionado por algún inconveniente.
Los numerosos casos de EPOC que se registran están asociados a diversos factores de riesgo como: exposición al humo de tabaco; exposición por parte de los profesionales a polvos, humos o gases; vivir en lugares con aire contaminado en el interior, sufrir de asma en la infancia o de infecciones respiratorios durante las primeras etapas de la vida que pueden afectar en el correcto desarrollo, entre otros. Es importante recordar que, si bien la EPOC no tiene cura, su diagnóstico y tratamiento oportuno es clave para la recuperación del paciente.
Cuando un paciente es diagnosticado con EPOC, debe coordinar con su médico acerca de los cambios de vida que merece realizar para cuidar su estado de salud. En primer lugar, debe tomar conciencia de los medicamentos que debe tomar (nombre, cantidad, frecuencia), buscar apoyo social en su familia u otros profesionales de salud, así como realizar algunas actividades para mejorar las condiciones en las que se encuentran sus pulmones.
