Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico menores a 5mm que no se disuelven en agua y no se descomponen naturalmente. Son fuente de contaminación en los suelos y mares de todo el mundo. Hay dos tipos de microplásticos: los primarios, que se agregan intencionalmente a los productos, y los secundarios, que se forman por la descomposición de plásticos más grandes.
La presencia de plásticos en nuestra vida diaria tiene un impacto significativo en nuestra salud. La ingestión de microplásticos puede causar graves problemas, ya que estas diminutas partículas pueden penetrar los tejidos y órganos, acumulándose en el cuerpo. Lo que podría provocar inflamación, estrés oxidativo y daño celular, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas neurológicos y reproductivos.
Prevenir el consumo y exposición a microplásticos depende también de nosotros mismos. Entre las principales recomendaciones encontramos: evitar el uso de plásticos, de cubiertos desechables, llevar bolsa de tela al ir de compras, comprar alimentos a granel en lugar de productos empaquetados, cambia los recipientes de plástico por recipientes de cristal o acero, utiliza pinzas de madera al tender la ropa en lugar de plástico, habla con los demás sobre la importancia de reducir el consumo de plásticos, reutiliza botellas y envases en lugar de desecharlos.
