El té es una bebida que se prepara a partir de las hojas jóvenes, brotes y tallos de la planta Camellia sinensis. Esta planta se cultiva en diferentes partes del mundo, pero su origen se remonta a la antigua China, donde se inició su proceso de cultivo y consumo.
Actualmente, es una bebida muy popular en todo el mundo y forma parte de la cultura social de muchas comunidades. Existen diferentes tipos, como el té verde y el té negro, que se diferencian por su proceso de elaboración y por las propiedades que presentan.
El té contiene una variedad de compuestos bioactivos, entre los que se encuentran; las teaflavinas, los flavonoles, la L-teanina, la cafeína, la teobromina y sustancias orgánicas volátiles. Estos componentes son responsables de la astringencia, sabor, aroma y gusto del té, así como de sus efectos beneficiosos para la salud.
Otros compuestos como los polifenoles (catequinas y epicatequinas) tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que los hace útiles en la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, la obesidad y la diabetes.
La cafeína y otros compuestos metilxantínicos presentes en el té pueden regular los niveles de mensajeros intracelulares, mientras que la L-teanina puede tener efectos relajantes y mejorar la función cognitiva.
REFERENCIA: Saptadip Samanta (2020): Potential Bioactive Components and Health. Promotional Benefits of Tea (Camellia sinensis), Journal of the American College of Nutrition, DOI: 10.1080/07315724.2020.1827082. Disponible en: https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/07315724.2020.1827082?journalCode=uacn21
