La inocuidad alimentaria hace referencia a la ausencia de peligros en los alimentos destinados al consumo humano. Las personas solo deben ingerir alimentos inocuos que puedan satisfacer sus necesidades y les permitan tener una vida activa y saludable. Los alimentos contaminados pueden transmitir agentes contaminantes de origen biológico, químico o físico; en la mayoría de casos en forma imperceptible.
La importancia de la inocuidad alimentaria se refleja en la adecuada calidad de vida y la buena salud garantizando la seguridad de los alimentos en todas sus etapas: desde su producción, procesamiento, almacenamiento, distribución, preparación y consumo.
La
Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en coordinación con la OMS, aborda la inocuidad de los alimentos como una labor fundamental para cuidar la salud pública, a través de la supervisión de la seguridad de los alimentos durante todo su paso por la cadena alimentaria.
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