La Organización Mundial de la Salud, define a la infodemia como la cantidad excesiva de información, sea correcta o falsa, que dificulta a la población encontrar fuentes confiables y orientaciones seguras cuando lo necesitan. Y a la desinformación, como la información falta o incorrecta cuyo objetivo final es engañar. Durante la pandemia de COVID-19, la desinformación y la infodemia han afectado negativamente a la población general.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico(OCDE) aborda el fenómeno de la desinformación a través del caso de infodemia por COVID-19. En una comparación con los trabajadores de salud de primera línea, la OCDE rescata la labor de los trabajadores de información de primera línea, que se encargan de difundir información oportuna, fiable y transparente.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) también une esfuerzos para combatir la desinformación sobre la pandemia de COVID-19, implementando un portal de verificación de hechos e información (Fact Checking) llamado PortalCheck, donde se encuentra recursos audiovisuales de información más importante además de despejar las dudas más comunes.
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