La Organización de las Naciones Unidas (ONU) precisan a la violencia contra la mujer cuando se realiza un hecho de violencia de género que pueda derivar en un daño físico, sexual o psicológico para la mujer; esto incluye amenazas, coacción o privación arbitraria de libertad, tanto si se realizan en la vida pública como en la privada. La violencia contra las mujeres es una violación de derechos humanos, y un problema de salud pública presente en todos los niveles de la sociedad alrededor del mundo.
Las situaciones de violencia contra la mujer (en sus diferentes tipos) se producen debido a una serie de factores de riesgo, que asociados pueden aumentar el riesgo de estas conductas peligrosas. Para el caso de la violencia sexual se asocia con bajo nivel educativo, exposición al maltrato infantil, consumo de alcohol y drogas, entre otros. Por otro lado, los factores presentes en el contexto de la violencia de pareja involucran antecedentes de violencia, insatisfacción de la pareja, problemas de comunicación y conductas controladoras.
La violencia contra mujeres y niñas es una de las principales problemáticas alrededor del mundo, pues la impunidad de los responsables permite que las víctimas sufran de las consecuencias de estos actos deplorables, los cuales determinar situaciones de estigmatización y vergüenza a los que deben enfrentarse. Las consecuencias negativas son notorias en el estado de salud de las víctimas, ya sea física o psicológica, en el rendimiento escolar, o en el pleno ejercicio de sus derechos a vivir y desarrollar con igualdad, desarrollo, paz y respeto.
