Los alimentos que consumimos pueden atravesar diversos procesos que modifican su estado natural para diferentes fines antes de llegar a nuestras manos. Entre los diversos tipos de procesos que involucran los alimentos se encuentran: congelamiento, deshidratado, molido, enlatado, mezclado, añadidos (azúcar, sal, grasa, etc.), entre otros. Debido a esto, diversos especialistas han clasificado a los tipos de alimentos según el nivel de procesamiento que posean, desde los mínimamente procesados hasta los ultraprocesados.
El consumo de alimentos procesados en cantidades excesivas podría afectar el estado de salud por los grandes niveles de sodio, grasa y azúcar que éstos contienen. Dentro de lo que se puede encontrar la obesidad, síndrome metabólico (como presión arterial alta, diabetes, obesidad, entre otros), enfermedades intestinales, enfermedades autoinmunes, cáncer de colon-recto, ansiedad, depresión, entre otros. Los aditivos que se encuentran en los alimentos procesados pueden también debilitar el organismo a nivel celular (uniones estrechas).
Algunas formas de prevenir estos efectos negativos, es reduciendo el consumo de alimentos procesados y adoptar nuevas medidas para mejorar la dieta. Una ayuda son los alimentos empaquetados que cuentan con señalizaciones (octógonos) que indican las cantidades de sal, azúcar, grasas, entre otros que contienen lo que podría servir como un parámetro para su consumo. Otro detalle es la preparación de los alimentos en casa en donde es posible agregar las cantidades adecuadas de ingredientes correspondiendo con una dieta balanceada y nutritiva. La decisión de mejorar los estilos de vida saludable está en función de cada persona.
Fuente: Diseño PGC. Clasificación de los alimentos y sus implicaciones en la salud [Internet]. Disponible en: https://www3.paho.org/ecu/dmdocuments/clasificacion_alimentos.pdf
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