El uso de fuegos artificiales en esta época del año (navidad y fiestas de fin de año) son muy común en diferentes lugares; sin embargo las mascotas, especialmente los perros suelen pasar un mal momento ya que tienen el oído más desarrollado que los humanos.
Los fuegos artificiales ponen en riesgo su tranquilidad e incluso su salud porque reaccionan con gran ansiedad y miedo.
Se activa su instinto de supervivencia frente a esta situación, cuyo comportamiento puede ser incremento del jadeo, sialorrea, intentos de esconderse o escapar. Para evitar el estrés es necesario que estén acompañados de la familia, que cuando empiecen las detonaciones se les acaricie para que se sientan seguros.
Fuente: RPP