Existen dos tipos de virus del herpes simple: tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). Ambos son contagiosos y no tienen cura. El VHS-1 se transmite principalmente por contacto boca a boca y causa sobre todo herpes orolabial (úlceras peribucales). El VHS-2 se transmite casi exclusivamente por vía sexual, mediante contacto cutáneo, y puede causar herpes genital.
La infección por herpes labial suele ser asintomática y la mayoría de las personas infectadas por VHS-1 lo desconocen. Entre los síntomas del herpes labial están las dolorosas vesículas o úlceras en la boca o a su alrededor. Antes de su aparición, las personas infectadas suelen notar una sensación de hormigueo, picor o quemazón en esa zona.
Estos síntomas pueden tratarse con antivirales, aunque pueden reaparecer una vez superado el episodio inicial. En personas con sistemas inmunitarios debilitados, por ejemplo con infección avanzada por el VIH, el VHS-1 puede producir síntomas más graves y recurrir con mayor frecuencia. En algunas ocasiones, la infección por el VHS-1 también puede generar complicaciones más graves, tales como encefalitis o enfermedades oftalmológicas.
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