La anemia es la enfermedad que se produce cuando tenemos bajos niveles de hierro en la sangre; es uno de los principales desafíos a nivel nacional y del Ministerio de Salud (MINSA) que se enfoca en reforzar y optimizar las medidas de prevención, detección y manejo especialmente en gestantes, niñas y niños menores de 3 años y mujeres adolescentes. Entre los principales síntomas podemos encontrar: cansancio y palidez, incremento del sueño, irritabilidad, mareos y pérdida de apetito.
Diversas pueden ser las causas de la anemia, siendo la más frecuente alrededor del mundo la deficiencia de hierro por tiempo prologando, ocasionado por la mala alimentación durante las diferentes etapas de la vida como puede ser el embarazo, el crecimiento o el desarrollo. Otras causas pueden ser las infecciones, deficiencias nutricionales, trastornos genéticos e inflamación crónica.
Las medidas para la prevención de la anemia dependerán de la etapa de vida de las personas. Durante la gestación, se debe promover la educación alimentaria y la suplementación de la gestante con hierro y ácido fólico. En el proceso del parto e inicio de la lactancia materna debe darse dentro de la primera hora de vida del bebé, siendo una práctica exclusiva y obligatoria hasta los 6 meses y de preferencia se puede extender hasta los 2 años. Durante la infancia, la niñez y la adolescencia se pueden incluir alimentos de origen animal que contengan altos niveles de hierro (sangrecita, bazo, hígado, carnes rojas, pescado).
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