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Mal agudo de montaña, soroche y las enfermedades a gran altura

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Fuente: Andrea Salinas en Unsplash

El Perú es uno de los países con mayores atractivos turísticos en la región y en todo el mundo, lo cual hace que reciba una gran cantidad de turistas extranjeros y que tenga un gran movimiento de turistas nacionales. Esto hace que muchos de estos visitantes vayan a ciudades ubicadas a gran altura, poniéndolos en riesgo de sufrir algunas enfermedades. 

Existen dos entidades importantes que se consideran enfermedades de gran altura: 

  • El mal agudo de montaña(1) (MAM), llamado coloquialmente mal de altura o soroche; este es el tipo más común y causa síntomas como dolor de cabeza, molestias gastrointestinales, baja de apetito, fatiga, debilidad, mareos y dificultades para conciliar el sueño. La evolución de esta condición, si no es evaluada ni tratada a tiempo, produce otra entidad llamada: Edema cerebral de gran altitud, la cual es relativamente rara, pero potencialmente mortal, ya que implica que el cerebro se llene de líquidos.
  • Edema pulmonar a gran altitud(2): También es menos común y más grave que el mal agudo de montaña. Se caracteriza por un congestionamiento pulmonar dado por líquido extravascular, generalmente en pacientes que ascienden a una gran altura de forma muy rápida. Esta enfermedad es la causa de muerte más frecuente en pacientes que fallecen por subir a gran altitud.

Fuente: Giacomo Buzzao en Unsplash

Estas enfermedades son causadas por el descenso de los niveles de oxígeno en el aire y, por lo tanto, en la sangre. Viajar a gran altitud también puede exacerbar ciertas afecciones médicas preexistentes. 

El nivel de altitud considerado gran altura es en el que se registran, normalmente, los primeros síntomas del ascenso, que suele ocurrir a los 2 500 msnm. Estar en buena forma física no disminuye las posibilidades de desarrollar una enfermedad de gran altitud. Sin embargo, ciertos grupos tienen un mayor riesgo, incluidas las personas que:

  • Tienen antecedente de haber padecido alguna enfermedad de gran altitud.
  • Hacen un esfuerzo físico importante o beben alcohol antes de adaptarse al cambio de altitud.
  • Ascienden rápidamente.
  • Tienen un problema médico que afecta la respiración.
  • No han visitado un lugar ubicado en gran altitud en las últimas semanas.

Los factores de riesgo para niños y adolescentes sanos son casi los mismos que en los adultos. Incluyen la velocidad de ascenso, la altitud alcanzada, el grado de esfuerzo físico y la temperatura ambiente más fría.

Hay que tener cuidados especiales con los lactantes, niños pequeños o que tengan enfermedades como infecciones de las vías respiratorias altas, malformaciones cardiopulmonares, síndrome de Down, entre otros. Algunos expertos recomiendan no exponer a bebés de menos de seis semanas de edad , que vivan a baja altitud , a más de 2 500 msnm durante la noche(3).

  Fuente: Fernando Astucuri en Unsplash

Algunos consejos para prevenir el mal agudo de montaña(4):

  • Las personas con ciertas condiciones médicas, especialmente los que tengan enfermedades del corazón, de los pulmones o del sistema nervioso, deben procurar tener sus controles al día y tomar precauciones especiales cuando viajan a grandes altitudes, de preferencia, hacer una consulta previa con su médico.
  • Ascender lentamente es la mejor manera de evitar el mal agudo de montaña.
  • Si no le es posible ascender lentamente o ha tenido algún episodio de alguna enfermedad de altura previamente, puede tomar un medicamento preventivo.
  • Realizar una buena aclimatación: Permanecer o caminar en elevaciones superiores a 1 500 msnm en las semanas antes.
  • Si toma cafeína (café, té o refrescos) regularmente, no dejar de tomarla antes o durante su viaje. La cafeína es segura en grandes altitudes, y dejarla de repente puede causar síntomas similares a los del MAM.

En caso de presentar síntomas, debe ser evaluado por un profesional de la salud, a fin de que le indique el tratamiento a seguir, por lo general se incluye el reposo y medicamentos para aliviar los malestares. En algunos casos graves, podría ser necesaria la utilización de oxigeno suplementario para aliviar los síntomas; para lo cual se deberá contar con una indicación médica con anticipación.

Los síntomas suelen mejorar dentro de las 24 a 48 horas, mientras el organismo se adapta a las nuevas condiciones; si en algún momento los síntomas empeoran, es necesario buscar ayuda profesional o considerar el descenso a una menor altura.

Bibliografía:

  1. Vargas, D. Et al. Mal agudo de montaña a 3.500 y 4.250 m: Un estudio de la incidencia y severidad de la sintomatología. Revista médica de Chile [Internet]. 2001 [Consultado el 25 de octubre de 2019]; 129 (2). Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872001000200007
  2. Undurraga, F. y Undurraga, A. Edema pulmonar de gran altura. Revista Chilena de enfermedades respiratorias [Internet]. 2003 [Consultado el 27 de octubre de 2019]; 19 (2). Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73482003000200008
  3. Niermeyer S. (2007). Going to high altitude with a newborn infant. High Alt. Med. Biol. 8:117–123.
  4. Imray C, Wright A, Subudhi A, Roach R (2010) Acute mountain sickness: pathophysiology, prevention, and treatment. Prog Cardiovasc Dis 52: 467–484.

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Dante M. Quiñones Laveriano: Médico Cirujano, Instituto de Investigación en Ciencias Biomédicas de la Universidad Ricardo Palma. Unidad Funcional de Promoción de la Gestión del Conocimiento-OEIDOC del Instituto Nacional de Salud. www.linkedin.com/in/dquinonesl
Cómo citar: Quiñones D. Mal agudo de montaña, soroche y las enfermedades a gran altura [Post de un blog]. INSteractúa: Blog de salud, ciencia y tecnología. 20 de febrero de 2020. [Citado 20 de febrero de 2020]. Recuperado a partir de: http://insteractua.ins.gob.pe/2020/02/mal-agudo-de-montana-soroche-y-las.html

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