Mitos de la Innovación

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Es difícil identificar una persona a quien le desagrade la palabra “innovación” e incluso, es frecuente usar el término en nuestras conversaciones cotidianas. Sin embargo, a Scott Berkun, autor de The Myths of Innovation, no le agrada el término “innovación”, pues manifiesta que al ser utilizado con tanta frecuencia, ya ha perdido su relevancia. 

Entonces, quizás más importante que definir el significado exacto e indiscutible de la palabra “innovación”, pueda ser útil conocer qué cosas no son innovación, o dicho de otra manera, cuáles son algunos mitos de la innovación:

Mito Nº 1: “El mito de Moisés”

Jeanne Liedtka, profesora de innovación, explica este mito así: “La innovación es un hecho milagroso, y el innovador es como Moisés, ya que sólo él tiene la capacidad de abrir el mar rojo en dos partes”. Un error frecuente en nuestros tiempos es ensalzar las cualidades del innovador, sobre las necesidades del usuario, que son en realidad la parte más importante para el desarrollo de soluciones innovadoras.

Mito Nº 2: “El mito de la inspiración”

A veces pensamos que, para innovar, debemos inspirarnos en algo completamente nuevo, casi inexistente y así lograr sorprender al potencial usuario. Por el contrario, más importante que toneladas de inspiración, son apenas unos gramos de “puesta en práctica”, pues esta última nos permite conocer el feedback del propio usuario acerca del prototipo, elemento indispensable para seguir mejorándolo de manera cíclica.

Mito Nº 3: “El mito de lo irrepetible”

La historia nos ha permitido conocer artistas geniales y su producción de nivel único, en comparación con el resto de la humanidad. A semejanza de estos genios creativos, solemos pensar que la innovación tiene formas irrepetibles de llegar a la solución. Sin oponerse totalmente a lo anterior, la innovación se puede -y debe- implementar como metodología, por ejemplo mediante el enfoque metodológico de “innovación centrada en el usuario”.

Mito Nº 4: “El mito del dibujante”

Cuando alguien tiene pocas habilidades para el dibujo, es casi imposible convencerlo que dibuje algo, pues a nivel subconsciente está seguro que no lo hará bien. En inglés, el término “innovación” se relaciona mucho con “diseño” o “dibujo”; de esta manera, innovar es en realidad diseñar soluciones innovadoras. Y para hacerlo, debemos romper el mito del dibujante; es decir, para innovar da lo mismo ser pintor de brocha gorda o Pablo Picasso, siempre que despiertes tu pasión por el diseño de soluciones centradas en el usuario. 

Mito N° 5: “El mito del usuario racional”

Toda solución innovadora apunta a ser utilizada por personas: seres emocionales que tienen familia y amigos, ríen, gozan, sufren y lloran. Las soluciones racionalmente útiles se encuentran esencialmente incompletas, al faltarles la generación de emociones en el usuario. Esta “emocionalidad” inherente a la innovación, sustenta -por ejemplo- la importancia de un abordaje empático del problema o la necesidad del optimismo como cualidad del equipo innovador.

Para implementar soluciones innovadoras en los diferentes ámbitos de nuestras vidas (incluyendo la esfera personal), es indispensable desmitificar la innovación y entenderla como bien la describe Rodrigo Isasi, experto peruano en innovación: “es la puesta en práctica de una nueva manera de crear valor, centrada en la persona y de manera sostenible”. Desterremos el mito que la innovación es realizada por seres sobrehumanos; de ser así, nunca se hubiesen desarrollado las múltiples innovaciones que hoy conocemos.

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