El verano es la época perfecta para disfrutar de las playas y el sol. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las playas también pueden presentar riesgos para la salud pública si no se siguen medidas de cuidado adecuadas.
La contaminación del agua en las playas puede causar enfermedades gastrointestinales y otras infecciones si se ingiere el agua contaminada o se entra en contacto con ella. Es importante conocer las condiciones de las playas antes de ingresar al mar y seguir las señales de advertencia que se colocan en las playas.
Otra preocupación en las playas es la exposición excesiva al sol, que puede provocar quemaduras solares y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Para protegerse del sol, es importante usar protector solar con un factor de protección alto (30 o superior), llevar ropa protectora, lentes para sol y evitar estar al sol durante las horas más cálidas del día (entre 10am a 4pm). También es importante beber líquido para evitar la deshidratación.
Las playas pueden ser hogar de animales peligrosos como medusas y tiburones (en algunas partes del país). Aunque estos animales son raros, es importante seguir las señales de advertencia y las recomendaciones de seguridad de las autoridades locales para minimizar el riesgo de una mordedura o una picadura.
Es conveniente estar informados sobre el oleaje en las playas antes de visitarlas. A veces, los vientos y cambios de temperatura pueden crear fuertes desplazamientos del mar y causar que las playas no sean seguras.
