El cuerpo humano cuenta con diferentes sistemas, que le permiten cumplir las funciones correspondientes para mantener al cuerpo en condiciones óptimas para la vida. El sistema cardiovascular (llamado también circulatorio) está conformado por el corazón y los vasos sanguíneos que se encarga de bombear la sangre hacia los pulmones para que se llene de oxígeno y luego sea repartida por todo el cuerpo; lo que permite liberar el oxígeno, recogido, los nutrientes necesarios y transportar los desechos.
El proceso de envejecimiento afecta directamente a las condiciones y las funciones del sistema cardiovascular. Entre los cambios más relevantes a nivel del corazón tenemos: ligera disminución de la frecuencia cardiaca, leve incremento del tamaño del corazón, y cambios en el ritmo cardiaco (arritmias). Existen cambios a nivel de vasos sanguíneos (las paredes y los tejidos se engrosan o endurecen) y de la sangre (reducción tanto de la cantidad de sangre como de la producción de glóbulos blancos y rojos) que influyen en el funcionamiento del sistema.
La forma principal de evitar que los efectos del envejecimiento puedan influir en forma negativa en la salud de las personas es a través del ejercicio físico diario y una dieta saludable, como medidas para combatir los síntomas de enfermedades relacionadas al corazón. Por otro lado, se recomienda eliminar el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos, mejorar el tiempo de sueño y reducir el estrés lo que proporciona sensaciones de bienestar físico y emocional. Es importante mantenerse en contacto con su médico especialista para informarse sobre la salud de su corazón.
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