Los desinfectantes domésticos comunes, incluido el jabón o soluciones basadas en lejía diluida pueden desactivar el coronavirus, pues destruyen la capa de grasa protectora que tienen estos agentes infecciosos.
El desinfectante debe manipularse con guantes y almacenarse en botellas de vidrio o plástico con tapa rosca, recipientes de plástico y depósitos de acero inoxidable.
Las frutas y verduras que serán consumidas crudas, se recomienda añadir tres gotas de lejía por cada litro de agua y lavar por cinco minutos.
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